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Anota este punto, es un punto muy importante. El diario es muy útil, si lo llevas estrictamente, no te escatimes – cambiarás en un mes o dos. Emití una circular así, recordáis, sobre el diario – y también una circular sobre la humildad. Mirad, los humildes son los pacificadores. Si hay humildad, ¿dónde está el conflicto? Por eso dicen los Santos: “La paz sea para todo el mundo, bajo Tu Voluntad, oh Dios”, por supuesto.Estas cosas no son solo para ser entendidas, sino para ser vividas! Cuanto más las vivas, cambiarás. Te convertirás en un Santo. Los Santos tienen su pasado. A veces, ellos fueron como nosotros. Un hombre que se ha convertido en un luchador fuerte no se hizo luchador en un día. Ha estado trabajando para eso – día y noche. Un hombre fuerte se deleita en su fuerza y el hombre débil se pregunta cómo la consiguió. Cuando haces ejercicio por primera vez, tus músculos empiezan a doler. “¡Oh, esto está mal!” Pero si continúas, tus músculos se fortalecen. Por tanto es lo que se necesitas. Estás en proceso de formación. Aprovecha al máximo.Debes cambiar. Deseo que todos lleguéis a ser embajadores de la Luz. Esto es lo que Cristo dijo: “¡Lo que aprendiste en secreto, dilo desde las azoteas!” Si no lo vives tú mismo – ¿cómo puedes decirlo? Las palabras de un hombre práctico llegan al corazón de los demás. Sus palabras no afectan a otros si él no vive de acuerdo con ellas. Cualquier flecha tensada al pecho llegará al blanco. ¿Si se queda colgando? Las palabras que salen del corazón llegan al corazón. […]Incluso con la Dulce Compañía – ¡también vívela! – ¡trata de estar a la altura! El diario es solo para eso. La gente se confiesa a ministros o sacerdotes después de una semana o un mes. Este diario es una confesión en cada momento – verás tus faltas y dirás: “Oh Dios, me he equivocado... He hecho…” La confesión es casi un lavado, ¿lo ves? Cuando te arrepientes: “¡Oh, ya está! ¡está bien, ten cuidado!” Nuestro Maestro solía decir: “El veneno que has tomado, eso se puede lavar. Pero deja de tomar más veneno”. No más veneno. “Ese es el punto”. Sí. Párate en algún lugar. Esa es la razón por la que a veces nuestras meditaciones mejoran, a veces retroceden, avanzan y vuelven a retroceder. El diario es un factor de ayuda muy fuerte. Y eso es lo que generalmente no mantenemos. Nos perdonamos a nosotros mismos, bueno, ¡el Dios en ti lo sabe! ¿Cómo puedes engañarlo? […]
